En realidad, no es mucho lo que tengo por, o lo que quiero decir, simplemente que me siento orgulloso de ser Colombiano (miles de kilómetros mediante, aquí desde el Sur de nuestro gran continente, lejos de las caprichosas montañas de mi Bucaramanga natal, se me encrispa la piel, siento un extraño frío recorrerme la espalda, y una lágrima invisible rodar alma abajo, tan solo con pensarlo... con decirlo).
Venga en este especial día un cordial saludo para mis compatriotas, pero muy especialmente, para todos aquellos que por alguna razón, hoy se encuentran lejos de Colombia: en ellos se resume, así lo pienso, el verdadero espíritu de este bicentenario.

¡Ah!, y por supuesto: ¡Feliz día del amigo para todos!
§ Cordial: del latín cordis, corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Al publicar tu comentario aceptas haber leído la política de comentarios de Responsabilidad y Derecho.