18 febrero 2009

Apuros de viaje y un post excelente

Ando con el tiempo contado y la concentración un tanto dispersa, todo como consecuencia de los apuros que nunca faltan cuando se está a punto de emprender un viaje.

Debe ser por eso mismo que no di pie con bola a la hora de tratar de escribir la entrada que quería publicar antes de irme. Menos mal que gracias a un post de Perla Puterman en el Foro Iberoamericano de Responsabilidad Social me enteré del más reciente ingreso de Antonio Vives -ex gerente de Desarrollo Sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo- en su blog Cumpetere, pues así por lo menos tengo algo para compartirles antes de desloguearme (tu perdona, Cervantes).

En su artículo titulado "¿Contribuye la RSE al cambio climático?", Antonio Vives utiliza esta pregunta absurda (como él mismo la llama) para referirse a lo escrito por Stefan Stern en una nota publicada el pasado tres de febrero en The Financial Times.

Ocurre que para Stern, el aire caliente de la RSE, es el "deadliest greenhouse gas"; algo así como el más mortífero gas de efecto invernadero. Con sólo leer tal sentencia, es evidente que la posición de este autor con relación a la Responsabilidad Social no es para nada favorable, de ahí que en su texto y a su manera, celebre que -en palabras de Antonio Vives- "gracias a la recesión actual por fin se acabará la tontería de la RSE y podremos volver a dedicarnos a la principal responsabilidad de la empresa: hacer dinero".

Antonio Vives no se va lanza en ristre contra esta opinión contraria a la RSE, sino que por el contrario, haya su valor en lo expresado por Stern, y recuerda lo que ya dijera previamente en uno de sus posts anteriores: una de las principales responsabilidades de las empresas es ser rentables; juicio al cual suma esta vez, que en tiempos cuando no se puede tirar arroz para el techo, no "podemos olvidar que sin viabilidad financiera no hay empresa ... ¡y sin empresa estamos mal!.

Si quieren leer el artículo completo de Antonio Vives (considerablemente mejor que esta síntesis apresurada y coja), sólo tienen que seguir este enlace.

Bueno, dicho esto me apeo, mañana amaneceré en Buenos Aires y estaré por lo menos hasta el fin de semana off line (o practicamente). El mundo interconectado se detendrá para mi por los próximos cuatro días.

Saludos, y ya nos veremos de vuelta.

16 febrero 2009

Offtopic: un post para olvidar

Anoche, tratando de sacarle el cuerpo a unos comerciales mientras veía el resumen de la segunda fecha del torneo clausura del fútbol argentino por televisión, me di de sopetón con la transmisión en vivo desde Venezuela de CNN en Español, o mejor dicho y para ser más exacto, me di de sopetón con Hugo Chávez.

Desde uno de los balcones del Palacio de Miraflores, el presidente venezolano celebraba frente a lo que parecía una gran multitud, la aprobación de la reforma constitucional que permite la reelección presidencial indefinida en Venezuela. Bah, seamos honestos, que le permite al propio Chávez la posibilidad de ser reelegido indefinidamente. Hecho que ayer mismo Chávez, y hoy no pocos políticos de la región, calificaron como un triufo de la democracía en América Latina.

Creánme que hice un gran esfuerzo para no escribir al respecto. Me repetí una y otra vez que esto no tenía nada que ver con el blog, pero entre más lo hacía, más se revolcaba mi lengua como una mojarra recién pescada de entre las aguas del Magdalena. Así que heme aquí, sudando las últimas de un calurosísimo verano en Argentina tratando de escribir la grave sensación que me produjeron tales manifestaciones.

No es mi intención juzgar las decisiones del pueblo venezolano, no soy quién para hacerlo. Tampoco quiero referirme a la ideología del presidente Chávez, ni a su proyecto de gobierno. No, todo cuanto me trae a estas líneas es un profundo sentimiento de desasosiego por lo que algunos -como lo dije un poco más atrás- han dado en llamar como un triunfo de la Democracia.

El sólo hecho de que una reforma constitucional sea aprobada por poco más de la mitad de las dos terceras partes del censo electoral de una nación (según datos oficiales el abstencionismo fue superior al 30%), me deja ya bastante que desear, pero al fin y al cabo es un asunto meramente formal sobre el que no quiero ahondar. Ahora, que esa misma reforma se haga con nombre propio, eso si me conmueve, y bastante. Porque... ¿Quién habrá de atreverse a negar que esta reforma no fue concebida con la única intención de que sea Hugo Chávez quien se mantenga como presidente de los venezolanos hasta parecer una uva pasa?, en serio ¿Quién?

Pero me entristece más todavía que se califique como una victoria de la democracia la incapacidad declarada de una nación para regir su propio destino. Y no, no es algo personal contra Hugo Chávez, en este punto, el nombre es lo que menos me importa. Lo que han hecho los venezolanos ayer en las urnas es aceptar manifiestamente que no confían políticamente en sí mismos. Si no es Chávez, nadie más puede, ese es el mensaje que deja la reforma aprobada: no hay proyecto de nación, no hay nada, sólo la idea de un todopoderoso gobernante sin el cual Venezuela poco más y dejaría de serlo. Se me ocurren pocas cosas menos democráticas que esta.

Lo peor de todo es que el caso de Venezuela parece ser apenas la punta del Iceberg, pues no son pocos los países de Latinoamérica en que, sin importar la ideología profesada, los gobernantes de turno se valen de sus cohortes para modificar constituciones a su antojo. Colombia es un claro ejemplo de ello.

He dicho ya bastante y a la larga no he dicho nada. No me importa. Ojalá pudiera hacer de este post una bolita de papel para jugar a ser basquetbolista con el cesto de la basura, pues tan mediocre muestra de destreza quizá pudiera ayudarme a olvidar esta poco grata sensación de desasosiego. Lo bueno: el pez en mi boca se ha quedado quieto, ahora es definitivamente un pescado.


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Notas:

§ La imagen del post la tomé de aquí. Si usted es el autor o autora de la misma, por favor hágamelo saber, y si quiere que la retire, pues también.

13 febrero 2009

A propósito del Foro Multistakeholder sobre RSE de la UN: a Bruselas en un click

Hace algunos días, el martes 10 para ser más exacto, me enteré gracias a un post de Fernando Legrand en RSE Online, que ese mismo día se estaba llevando a cabo una nueva reunión del Foro Multistakeholder sobre RSE de la Unión Europea. Lo mejor de la noticia fue contar con un enlace facilitado por el propio Fernando para acceder a un portal transitorio dispuesto por la Comisión Europea de Empresa e Industria, para seguir en vivo y con traducción simultánea las discusiones que se llevaban a cabo. No podía perdérmelo, así que me las arreglé para terminar mis deberes pronto, robarle un tiempito al trabajo y asistir -webcast mediante- siquiera por un momento al Foro.

Y la cosa no pudo haber andado mejor, pues cuando por fin pude enlazarme con la transmisión, el tema que se estaba tratando era precisamente el del reporting. ¿Reportar o no reportar lo que se hace en RSE?, con esa pregunta podría resumirse la línea argumental de cuanto se hablaba en ese momento. La respuesta pareció ser unívoca: si, las empresas deben empezar a reportar ante la comunidad general, aquello que están haciendo sobre temas que están inminentemente ligados al desarrollo de su responsabilidad social: derechos humanos, trabajo decente, protección del medio ambiente, etc.

¿Las razones?, bueno, por una parte, básicamente y según pude entender, porque para el común de los expositores de ese momento, la RSE es un ejercicio multiparticipativo y de interacción, que no podrá verse realizado en tanto no haya una verdadera intención comunicativa por parte de los empresarios. De ahí que consideren que los informes sobre el comportamiento social y ambiental de las empresas, pueden ser un buen primer paso para conseguirlo.

Sin embargo, no fue la única razón que escuché para estar a favor del reporting; hubo una segunda que me llamó notablemente la antención y que, curiosamente, no tenía que ver con el fortalecimiento de la RSE como práctica: los empresarios deben acceder a reportar lo que hacen, porque la sociedad necesita volver a confiar en ellos. Si bien este razonamiento puede tener como principales destinatarios a los empresarios financieros cuyas acciones irresponsables desencadenaron en lo que el mundo se ha empeñado en hacer una crisis, no escapa de la realidad que las relaciones entre empresarios y comunidad no son siempre precisamente un caramelo, y que muchas veces suelen estar signadas por prejuicios de desconfianza que les parecieran seminales. Muy inteligente, debo admitirlo, muy real, razones más que suficientes para tener en cuenta el argumento.

Inevitablemente el paso siguiente de la conversación, tuvo que ver con si el deber de reportar debía ser o no regulado. En este punto las opiniones ya no fueron tan unánimes y las hubo de todos los colores, sabores y texturas.

Hubo quien dijo que debía evitarse cualquier tipo de regulación sobre RSE, pues, palabras más, palabras menos, le parecían dos cosas simple y llanamente antónimas. (Mi opinión sobre este juicio ya la conocen, o al menos eso quiero suponer: no es lo mismo regular una especie del derecho a la información de las personas, que estar haciéndolo con la RSE).

También hubo quien expresó que regular era preciso, pero que además, era necesario imponer sanciones a los empresarios que incumplieran con dicho deber (Esta es una posición demasiado Kelseniana y llamada a recoger sobre las normas que no comparto, pues uno de los aportes que el reporting puede hacer a la realización de una RSE verdaderamente aplicada, es fortalecer su carácter deontólogico: "hazlo porque está bien hacerlo", en lugar de "hazlo, porque si no, te pego un coscorrón").

De igual manera, hubo quien como alternativa a la regulación expuso que podían ser los propios empresarios quienes estimularan, o incluso presionaran a sus pares a reportar (Interesante, aunque una cosa no excluye la otra; es más, todo lo contrario, podrían potencializarse mutuamente y de manera sinérgica).

Sin embargo, la opinión mayoritaria giró en torno al establecimiento de una obligación institucional de reportar las prácticas sobre RSE, similar a como se ha impuesto recientemente en Dinamarca: "Reporta, es tu deber hacerle saber a la gente, a esas mismas personas que consumen lo que vendes, si estás siendo socialmente responsable".

La sesión del Foro terminó con más preguntas que respuestas entre sus asistentes (y entre ellos me incluyo), dejando en evidencia dos cosas muy claras: primero, la certeza de que son muchas las cosas que todavía quedan por hacer (eso en Europa, así que imagínense como pinta el asunto por estos lares); y la segunda, que es necesario que el paso a seguir en favor de la RSE, sea trascender su concepto de la empresa, la universidad y los edificios gubernamentales, a la calle, donde necesariamente convergemos todos.


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Notas:

§ Se me queda un tema importante en el tintero: lo que se habló sobre la relación RSE - Regulación en el foro, pero ya será materia de un futuro post.

§ La imagen que acompaña el post está editada a partir de una captura de pantalla del webcast del Foro.

Enlaces:

§ Para saber sobre la agenda del Foro, las instituciones que asisitieron, las propuestas que plantearon, y otras cositas más, sólo sigan este enlace.

§ Para conocer más del Foro Multistakeholder sobre RSE de la Unión Europea, sus inicios, sus objetivos, su composición, y demás, click aquí.

03 febrero 2009

Más leña pa'l fuego: el gobierno noruego propone que sus empresas informen sobre sus gestiones en RSE

Apenas un mes después de que la legislatura danesa expidiera una ley que obliga a cerca de 1100 empresas a informar públicamente sobre sus políticas y programas en materia de RSE, la forma en que han sido implementadas y los resultados obtenidos, hoy me he dado con la noticia de que el gobierno noruego ha publicado su "Libro Blanco sobre Responsabilidad Social Empresarial en un mundo globalizado".

Llama gratamente la atención que uno de los objetivos centrales propuestos por el gobierno noruego sea el de dejar en claro con ayuda de este documento, la responsabilidad que las empresas noruegas tienen en relación con los derechos humanos, las condiciones de trabajo decente, el medio ambiente y el rechazo de prácticas corruptas.

De igual manera, como parte de su estrategia para establecer la RSE como una realidad interactiva entre empresariado y sociedad, la ministra de Comercio e Industria Noruega, Sylvia Brustad, manifestó que el gobierno propondrá ante el legislativo una enmienda al "accounting act", que extienda la obligación a las empresas de ese país de proveer información sobre lo que están haciendo para implementar las guías éticas propuestas en el Libro Blanco.

Vea pues, a ver si esta noticia llega pronto a oidos del gobierno y de algunos legisladores colombianos para que oportunamente se comuniquen con sus pares en Noruega y les hagan caer en la cuenta del yerro que están cometiendo: ¿Promover la creación de una ley que haga que los empresarios publiquen si respetan los derechos humanos; si mantienen relaciones de trabajo decentes; si reprochan y repudian el CVY (¿Cómo voy yo?); si están tratando de hacer algo para mitigar las consecuencias ambientales que puedan estar ocasionando al desarrollar su actividad económica? ¡No, no y no! ¡¿Qué tienen que ver esas cosas con la Responsabilidad Social?!, ¡¿cómo se les va a ocurrir semejante improperio contra la misma esencia de la RSE?! (sarcasmo, mucho sarcasmo).

Aclaro -por si es necesario-, no es que ahora me juzguen como uno de esos que se dejan llevar por el inane juicio de "pero si otros lo hacen...". No, todo lo contrario, pero es que este asunto de que sin un derecho a la información real y aplicado no hay RSE que funcione me parece tan evidente, que al recordar los argumentos que llevaron (afortunadamente: que paradógico, que irónico) al archivo del proyecto de ley 031 de 2007, no puedo dejar de acordarme del cliché de batalla de uno de los inmortales personajes de Chespirito: y es que en serio que "da cosa".


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Notas:

§ Una frasesita no más del ministro de asuntos exteriores noruego, Jonas Gahr Støre, tomada del texto de la noticia sobre la expedición del Libro Blanco en el portal del Ministerio: "The responsibility of policy makers and the business sector to ensure decent working conditions does not stop at the Norwegian border". Interesante, ¿No?

§ Pueden ver la noticia publicada en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores Noruego siguiendo este enlace.

§ La imagen que acompaña este post es del equipo noruego de fútbol femenino, y la tomé de esta web. Si necesitan que la retire no más avísenme que sin remilgos lo hago.


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Offtopic: Como colombiano me siento contento por la reciente liberación de un grupo de secuestrados que permanecían inhumanamente cautivos por las FARC. Aprovecho y agradezco el trabajo que para tal fin llevaron a cabo el Comité Internacional de la Cruz Roja, el gobierno del hermano país del Brasil y la senadora Piedad Córdoba (caray hombre, qué importa si la senadora tiene una opinión política bien distinta a la suya, lo importante es que gracias a ella ya son varias las personas que han recobrado la libertad, y que han podido dejar atrás un suplicio por el que nunca debieron pasar, y eso, como sea, hay que agradecérselo). Sin embargo no podemos olvidar que aun son muchos cuantos permanecen retenidos en la manigua colombiana, pues olvidarlos sería la peor condena: ¡TODOS EN LIBERTAD!