27 abril 2011

Asistencialismo Estatal, Friedman y la RSE



El lunes de la semana pasada, mientras la presidenta Cristina Fernández participaba de una alocución televisada, a través de la cual hizo públicos una serie de nuevos "beneficios a jubilados y embarazadas", la escuché decir lo siguiente:

"(...) cualquier argentino privado tiene derecho a tener ganancias y a que le paguen lo que es suyo porque para eso invirtió y eso tiene que ser así.

Bueno, en el Estado, todavía, es un poquito más necesario porque no es para el Estado, es para estas cosas que estamos anunciando hoy acá. Sin eso, no se podría hacer.

En Derecho, en este caso, el derecho, obviamente, otorga no privilegios, simplemente el sentido común a quien se ocupa del bienestar común. Ningún empresario, ninguna sociedad tiene porque ocuparse del bienestar de la sociedad. Él tiene que ocuparse de sus accionistas, de sus negocios, de sus actividades y estas son las reglas de juego, no tenemos que desgarrarnos las vestiduras ni pensar que eso es malo, así funciona el mundo desde hace mucho tiempo y por lo que veo, va a seguir funcionando así, con algunas correcciones que van a tener que hacer por las cosas que están pasando seguramente.

Pero esto funciona así y está bien porque nosotros queremos que las empresas ganen mucho dinero; lo que queremos es que después nos distribuyan la parte de las utilidades que le corresponden a los 40 millones de argentinos. Porque no son para esta Presidenta ni para el señor Director General de la ANSeS ni para el señor Ministro de Economía; es para todo esto que estamos haciendo (...)."

Mi sorpresa no fue menor: ¿Estaba la presidenta Fernández haciendo una apología pública de la teoría del accionista de Milton Friedman?

Seguramente no. Quizá sea tan solo que, como puede ocurrir muchas veces, dos ideologías marcadamente antagónicas, como el asistencialismo estatal y el neoliberalismo económico (seguido este último, claro está, de sus necesarias implicaciones políticas), pueden encontrar puntos en común sobre los cuales confluir, como si se tratara de los extremos de una misma línea que se juntan para formar un círculo. Y para el caso, ese punto de intercesión parece ser, la Responsabilidad Social Empresarial [1][2].


Notas:

[1] Lo dicho por la Presidenta Fernández me llamó todavía más la antención, cuando desde su Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, se han llevado a cabo interesantes iniciativas para promover el desarrollo de prácticas de RSE, que redunden en el establecimiento de relaciones de trabajo decente.

[2] Por supuesto, todo depende de qué entendemos por RSE. Si aún la confundimos con asistencialismo social o con mera filantropía, el círculo Fernández/Friedman tendrá más que sentido.

§ Algo de bibliografía: Share is poetry! :P

4 comentarios:

  1. Carlos, excelente post! Había visto tu comentario en Twitter ese día y al siguiente busqué más info pero nada encontré y luego lo olvidé, así que gracias por rescatarlo y bloguearlo.

    Realmente es de una incoherencia tremenda, justamente por la labor del Ministerio de Trabajo no sólo en temas de Trabajo Decente, sino también con la mesa de empresarios para combatir el Trabajo Infantil.

    Evidentemente en este Gobierno no tienen claro ningún rumbo.

    Saludos!

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  2. Hola Carlos, muy bueno tu artículo, espero que puedas subir más información al respecto, estaré expectante ;) Saludos!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Fer, Manuel (y Fundación), gracias por sus comentarios.

    La idea no fue nunca hacer una crítica sobre el desempeño del gobierno de la Presidenta Fernández; sino simplemente llamar la atención sobre cómo dos ideologías completamente antónimas, han terminado por coincidir en un tema que por supuesto, nos toca: la negación del sentido axiológico y práctico de la RSE.

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